AL GRANO

¿Qué es la Independencia?

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Una respuesta a la cuestión de ¿qué es la Independencia? es que el Estado se gobierna a sí mismo. No hay otro u otros Estados que ejerzan las funciones de gobierno dentro del Estado, sino que son sus órganos y los de los gobiernos locales quienes ejercen dichas funciones.

Pero en el Estado moderno “la soberanía radica en el pueblo”, de manera que el pueblo debe gobernarse a sí mismo. En el Estado moderno no cabe que un grupo se imponga por la fuerza, por el dinero o por una combinación de factores ajenos a la voluntad ciudadana y ejerza las funciones de gobierno.

Así, un Estado moderno independiente es aquel en el que, por medio de una serie de instituciones y de procedimientos, “el pueblo se gobierna a sí mismo”. Entre esas instituciones las hay de dos tipos, a saber: las que se ocupan de aplicar las reglas para que el pueblo elija a sus delegados están los partidos políticos, los órganos electorales y los tribunales electorales. Entre aquellas que se ocupan de la acción cotidiana del Estado están el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.

Nótese que, en el Estado moderno, todas las funciones del Estado giran en torno a las leyes. El Poder Legislativo ha de promulgarlas —sin rebasar los límites de la Constitución—, el Ejecutivo debe aplicarlas y reglamentar las del Derecho público y el Poder Judicial debe hacer valer todas las normas para resolver los inevitables conflictos, pleitos y controversias que se suscitan en el curso de la vida de la sociedad y del Estado.

De ahí que el significado de “la Independencia” no se constriña al hecho de que el “grupo” que gobierne lo haga con independencia de potencias extranjeras o de cualquier otro poder, porque en el Estado moderno el gobierno es —recordando a Lincoln— “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Así, las instituciones y los procedimientos previstos para que se materialice este tipo de gobierno, y no el de un grupo que, como llegó al poder hace más o menos lo que le parece, deben funcionar razonablemente bien.

La independencia del Estado moderno, entonces, tiene como núcleo al verdadero “soberano”, al pueblo. Y el pueblo se da instituciones y procedimientos para que, bajo la Ley, los funcionarios que reciben la delegación de poderes los descarguen con razonabilidad y responsabilidad. Se forma una triple dimensión para el ejercicio de las funciones públicas: la legalidad, la razonabilidad y la responsabilidad. Un Estado en que todos y cada uno de los integrantes del Gobierno tienen eso claro es, verdaderamente, independiente.

Opino que, de cara a su verdadera independencia, el pueblo de Guatemala debe reformar su sistema de justicia, su sistema electoral y su régimen de servicio civil. La responsabilidad de lograr unas reformas técnicamente acertadas, políticamente legítimas y con buena voluntad, es de las élites. De las élites políticas, las económicas, las intelectuales y las morales. Deben aceptar el desafío de conducir al país a su verdadera independencia, que es función de un Estado en el que impere el derecho hecho valer por jueces verdaderamente independientes, ellos mismos también.

eduardomayora.com

ESCRITO POR:

Eduardo Mayora

Doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona y por la UFM; LLM por la Georgetown University. Abogado. Ha sido profesor universitario en Guatemala y en el extranjero, y periodista de opinión.