#EmpireCinco dejó un buen sabor de boca

¿Extrañas todavía esa sensación de libertad que dejó el #EmpireMusicFestival #EMF?  Los dos días de la quinta edición en los que no importó nada más que fusionarse con la música y conocer a los artistas favoritos mientras afloraban muchas emociones.

Redacción Comercial

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El #EmpireCinco dio la bienvenida a los Kookays, como se hacen llamar los viajeros seguidores del #EMF.  Este término significa luciérnaga en la cultura maya y son aquellos que buscan un refugio para pasarlo bien.  Ellos encontraron su espacio en la Aldea El Jocotillo, que se ha convertido en el santuario de la música y la diversión. Se presentaron más de 60 artistas invitados en cuatro escenarios simultáneos, cada uno dedicado a un género específico.

El gusto por el #EMF ha traspasado las fronteras. Este año vinieron Kookays de El Salvador, Costa Rica, Panamá, Honduras y Nicaragua para presenciar este nuevo episodio y ¡lo vivieron al máximo!  Sus atuendos, maquillajes y detalles geniales e inspiradores iban desde los más atrevidos con poca ropa hasta aquellos llenos de detalles, luces y movimiento.

Las primeras 24 horas

Llegar no fue sencillo.  Era un viernes de mucho tráfico para salir de la ciudad, pero todo esfuerzo valió la pena para estar presente y acomodarse en lo que sería un fin de semana de una rutina alocada y llena de risas, juegos e incluso aventuras extremas para quienes así lo querían.

Cada quien arreglaba su horario para no perderse a sus artistas favoritos mientras disfrutaba del Canopy Gallo o subir al teleférico desde los cuales se apreciaba todo el paisaje.  Otros prefirieron ambientes más tranquilos y pasearon en las áreas de descanso que incluían los juegos giratorios y un resbaladero gigante. La aplicación móvil se hizo indispensable para estar más conscientes del tiempo en un lugar donde las horas desaparecían con la emoción de la música y el ambiente.  Con la App recibíamos una alerta si queríamos ver algún artista en especial.  

La comida fue parte esencial con una propuesta gastronómica amplia; probamos en los foodtrucks y locales desde pupusas y asados hasta las hamburguesas más exóticas, incluso encontramos opciones vegetarianas.

A las 13:30 los distintos escenarios despertaron.  Nina Índigo, Bohemia Suburbana, Oricalkos y la Maldita Vecindad estuvieron entre los más prendidos cuando apenas iniciaba la jornada.

Paul van Dyk, Don Diablo y la Mala Rodríguez aparecieron como el toque final de esa primera noche del #EMF.  Espacios alucinantes en los que cada uno brilló con su propia luz y llevó al público a escenarios fascinantes llenos de color, sonido y ritmo.

Algunos de los momentos más emotivos que tuvo #empirecinco fueron los distintos homenajes que se hicieron por la reciente partida de Avicii, quien también fue parte de este festival en años pasados.  Un espacio para recordar a uno de los grandes.

Sin sentir, la hora de ir al descanso llegó.  El campamento para quienes alquilaron o llevaron sus carpas estaba listo y solo por unas horas se separarían de los Kookays que decidieron hospedarse cerca o regresar a sus hogares. El silencio se apoderó del lugar, pero no por mucho tiempo.

Día 2

¿Hamacas, petates, sillones o la grama?  Vimos de todo mientras se retomaban fuerzas para la segunda parte.  Incluso para aquellos que bebieron de más hubo una estación de sueros para recuperarse y siguieron la fiesta hasta el final.

El Beer Garden Gallo y las estaciones de bebidas fueron una necesidad bajo el intenso calor, a pesar que el día estuvo nuboso la temperatura se mantuvo entre los 25 y 28 grados.  Pero hubo variedad de opciones.

¡Por fin empezamos de nuevo con los artistas!  Entre los primeros en presentarse ese día estuvo Francis Dávila, el DJ guatemalteco.  We can be anything levantó los ánimos…y fue un buen comienzo.  En pocos minutos el escenario se llenó y comenzó una jornada impresionante.

En lo personal, lo mejor de toda la experiencia fue sentir el éxito de los artistas nacionales.  Ale Q y Pako Rodríguez llenaron sus presentaciones y consiguieron que todos gritaran, bailaran y vibraran al ritmo de sus propuestas. 

El gran final fue para Zyon y Lenox y  Farruko.  Los  talentos urbanos del día, y que los Kookays amaron al punto de no querer que terminara.  En sus cabezas quedaron canciones como Embriágame, Mi tesoro, Mi forma de ser o TrapXFicante.

Steve Aoki revolucionó el #empirecinco, su espectáculo puso en éxtasis a los asistentes, en especial con sus propuestas que incluyen mezclas con artistas latinoamericanos.  Logró subir la temperatura del lugar para que se olvidara el cansancio. Aoki se quitó la camisa y se volvió uno con el público al hacer más que mezclas y brincar en el escenario mientras su gran show despedía los dos días de música.

Sin duda, esta es una experiencia que hay que vivir, fue cansado pero quedé fascinada, volvería a ir si fuera mañana. Si no las has vivido empieza a prepararte para #empireseis en el 2019.
  

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